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Joyas funerarias. Diamantes, colgantes, anillos y relicarios.

Joyas funerarias. Diamantes, colgantes, anillos y relicarios

A veces la familia siente la necesidad de llevarse un último recuerdo del fallecido antes del último adiós. Algo que sea más permanente que unas flores secas que han perdido la luz. Por este motivo se crearon las joyas funerarias.

En esas ocasiones, en lugar de una urna se puede optar por o bien crear una joya funeraria, como puede ser un diamante con las cenizas, o por repartir los restos en polvo del difunto en varios relicarios, mini-urnas, joyas para cenizas o colgantes para cenizas.

Existen incluso joyas de difunto que incluyen la huella digital, es decir, contienen una copia de todo su histórico de redes sociales, fotografías en la nube de forma que en cualquier momento se puede recuperar.

Si su intención es que su ser querido forme parte de su vida a modo de joya, y ayude a superar la muerte de la persona, su pérdida. Son opciones cada vez más habituales. Veamos con detenimiento estas interesantes opciones.

Diamante realizado con las cenizas del difunto.

Hace ya algunos años que se viene ofertando la posibilidad de obtener un diamante a partir de un mechón de cabello o de las propias cenizas de nuestro ser querido. Gracias a la tecnología es posible acceder a estos recuerdos tan originales como personales y cercanos.

Para las personas que toman esta decisión supone llevar al ser querido de otra manera más allá de la espiritual y ofrece tranquilidad y felicidad en el proceso de duelo.

El proceso de fabricación.

El proceso de fabricación de un diamante con cenizas dura unas cinco semanas y requieren de, al menos, quinientos gramos de cenizas que primero se convierten en carbono y, después, en grafito. Una vez realizada la transformación química, el material se purifica y se expone a altísimas temperaturas ―unos 1300°C― y a altas presiones ―55GPa― que propiciarán que se realice el cultivo de la gema.

Lo que se obtendrá es un diamante en bruto que además es único puesto que la composición química que las cenizas varía de una persona fallecida a otra.

Además, el color de la gema será más o menos azulado dependiendo de la cantidad de boro presente en el cuerpo del fallecido, ahora ya cenizas. En algunas empresas se ofrece que, antes de proceder a la fabricación del diamante con cenizas, se pueda si incluir una dosis extra de boro a la base para obtener un tono más o menos azulado.

Una vez se obtiene la gema, está se pulirá y tallará según las preferencias de la familia siendo la forma tradicional de “diamante” ―nunca mejor dicho― la que se escoge habitualmente.

Posteriormente, si la familia lo desea, puede engarzarla en algún tipo de joya. En función de donde se vaya a incrustar, ―en un anillo, una pulsera, un colgante, etc.―la persona deberá acudir a su joyería de confianza para que ultime el trabajo de confeccionar una joya funeraria a su gusto.

Creación del Diamante

Para crear un diamante con cenizas se necesitan al menos 500 gramos de cenizas que pueden ser tanto antiguas como recientes. De un cuerpo humano se pueden sacar hasta 3 kilos de cenizas por lo que, realmente se pueden crear un promedio de 5 diamantes por persona fallecida.

En cuanto al tamaño, el diámetro máximo que puede tener un diamante generado con cenizas es de 6 milímetros porque en la actualidad tecnológicamente no se pueden crear diamantes más grandes.

Finalmente indicar que el coste o precio de un diamante hecho con cenizas, puede ir de los $30,000.00 a los $150,000.00 pesos mexicanos dependiendo de los quilates y el corte elegido por la familia. En algunos casos puede subir un extra más si se quiere, por ejemplo, que se grabe en el propio diamante el nombre del fallecido.

Este tipo de joyas funerarias suelen ir acompañadas de un certificado de autenticidad con información sobre el ser querido fallecido de modo que se tiene un recuerdo completo de la persona tan querida. Para quienes adquieren este tipo de alhajas les supone un auténtico regalo para poder superar el duelo por la pérdida.

Colgantes para cenizas funerarias

El objetivo de estas joyas funerarias viene de la necesidad de llevar en el corazón al ser querido que ya no está con nosotros.

Sus efectos son, ante todo terapéuticos y aportan paz y tranquilidad a la persona doliente en su proceso de aceptación de la pérdida. Se trata, pues, de una forma cercana y personal de tener a nuestros difuntos con nosotros por siempre.

Este tipo de joyas no son una novedad del siglo actual, sino que tiene una larga tradición en la cultura occidental cristiana desde, al menos el XII donde las reliquias servían para portar los restos de personas fallecidas, sobre todos santos. Las de menor tamaño podían adoptar formas de colgante.

Tipos de colgantes funerarios. 

Son pequeños receptáculos creados con materiales diversos como pueden ser: plata, acero, latón, que independientemente de su forma, cuentan con una pequeña oquedad donde volcar un poco de ceniza y que se sella de manera más o menos hermética según el modelo que se escoja.

Este tipo de ornamento está fabricado para su uso diario, es decir, para que no se deteriore con el tiempo; y tienen poco peso para que se pueda llevar con comodidad.  Esto junto a su tamaño, la convierte en un tipo de ornamento que se puede utilizar como una joya tradicional sin que se pierda su precioso contenido.

En cuanto a los diseños existe una amplia oferta desde los tradicionales cruces, corazones y lágrimas existen otros modelos más actuales y discretos. En algunas tiendas se pueden encontrar, además del formato colgante, otro tipo de joyas como pueden ser las pulseras, los anillos para cenizas o los relojes. Incluso hay tiendas que ofertan diseños personalizados.

Hay personas que adquieren por internet este tipo de recuerdos o que prefieren ser ellos mismos quienes rellenen la joya funeraria. En algunos casos tardan en llegar menos de 24 horas.  Para su tranquilidad, este es el procedimiento de llenado de un colgante para ceniza.

Un último apunte SI USTED ES CRISTIANO HA DE SABER QUE LA IGLESIA NO APRUEBA DIVIDIR LAS CENIZAS FUNERARIAS y que el lugar donde debe conservarse es en el cementerio para que cualquier cristiano familia o no pueda, con un rezar una oración de gloria por el difunto.

Anillos funerarios para el recuerdo.

Junto con los colgantes, los anillos funerarios, son otra de las opciones de joyas funerarias más demandas actualmente. Con este tipo de joya podrá llevar de forma cómoda y respetuosa a su ser querido en todo momento.

Por supuesto, este tipo de joyas además son ergonómicas y elegantes para que dicha joya no suponga ningún impedimento. Podrá llevar las cenizas de su ser querido en todo momento gracias a los anillos funerarios ya que que las cenizas pueden encargarse en estos complementos.

Relicarios para cenizas.

Un relicario es el sitio o recipiente donde podrá almacenan o se protegen las reliquias (objeto venerado, en este caso la cenizas de su ser querido).

De hecho los primeros relicarios se sitúan en los comienzos del cristianismo cuando las persecuciones hicieron que los objetos vinculados a las personas que murieron por defender su fe adquirieran un gran valor.  Para la custodia de estas reliquias, se crearon los relicarios. Estos estuches, cajas, cofres y arquetas permitían proteger las reliquias, dejándolas a resguardo.

Con el tiempo, los relicarios religiosos comenzaron a exhibirse en templos y otros sitios de culto adquiriendo de esta manera más una forma más estética siendo en muchos casos consideradas como obras de arte. Por este motivo de exposición pública, los relicarios comenzaron a realizarse con materiales muy valiosos y a exhibir diferentes tipos de ornamentaciones.

En la actualidad los relicarios son relicarios para cenizas tal y como se los conoce y estos pueden ser de varios tipos:

  • Relicarios de plata modernos o antiguos. Estos suelen ser los más comunes por el gran púbico.
  • Relicarios de oro. De mayor importe que los anteriores lo cual los hace menos comunes.
  • Relicarios de madera. Este tipo de objeto suele ser poco común entre la gente pero es una manera de guardar los restos del ser querido de una forma original.
  • Relicarios colgantes para cenizas. Una forma de llevar al ser querido contigo en todo momento.

Conservar el ADN

Conservar el ADN de un fallecido en una joya funeraria es una novedosa manera de conservar un recuerdo. El método realmente es el mismo que se utiliza para realizar los estudios de paternidad, lo que ocurre es que ahora se utiliza para esta curiosa aplicación.

Este proceso consiste en crear un abalorio funerario confeccionado con el ADN del ser querido que se obtiene a partir de material genético que se recoge de las uñas y se le realice un tratamiento específico según la voluntad de la familia.

Una vez obtenido el ADN se pueden crear tres tipos de objetos funerarios:

  • Realización de un cuadro con la secuencia de ADN del difunto
  • Joya realizada en vidrio soplado. Este método es el más demandado, en el que se recoge este material, se purifica y se introduce en un líquido azul o transparente que luego se utiliza para rellenar la joya de vidrio soplado.
  • Cápsula de metal con triple sellado. Con ella se mantendrán los restos funerarios en perfecto estado durante 300 años.

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